Andanza XXIV: Basaburua, Valle de
Día: 31/08/2014
Qué título más elocuente para una
película y para nuestra andanza de hoy, porque hoy toca valle, el valle de
Basaburua. Nos ha venido al pelo el título de este film de John Ford de 1941
para usurparlo y adjudicárnoslo por la cara. John Ford retrataba los valles
mineros de Gales del siglo XIX y nosotros un valle navarro, si acaso ganadero,
y más bien intemporal.
La verdad es que ya se nos están
acabando los adjetivos para describir horizontes, y como eso de reiterarse está
feo, pues ¡hala!, plagio al canto. Pero ciertamente este título le sienta a
Basaburua como anillo al dedo, porque verde hay hasta herir las retinas. Verde
y bosque para regalar los sentidos. De ahí le viene el nombre, pues Basaburua
en euskera viene a significar algo así como cabeza o cabecera del bosque.
El valle se extiende por el
noroeste de Navarra y la carretera NA-411 lo atraviesa de este a oeste.
Históricamente han existido dos valles en Navarra con esta denominación,
Basaburúa Mayor o simplemente Basaburúa y que se correspondía con la parte
boscosa y más alta inmediatamente al norte de Pamplona; y otro valle llamado
Basaburúa Menor, situado justo detrás del Basaburúa Mayor. En el siglo XIX Basaburúa Menor se disgregó en varios
municipios independientes, pero Basaburúa Mayor siguió manteniéndose unido
formando un único municipio. En la década de 1990 Basaburúa Mayor pasó a
denominarse Basaburua a secas perdiendo la tilde al adaptarse a la grafía vasca
y también omitió el término Mayor, que había ido cayendo en desuso desde la
desaparición de la entidad vecina.
Circular en moto por sus
carreteras es un verdadero placer gracias a la suavidad de sus montañas y a un
territorio que se halla enclaustrado sobre sí mismo, mostrando por doquier
multitud de rincones tranquilos y de singular belleza. Entre sus bosques de hayas y robles y los
prados de altura, refugio de ciervos, corzos y jabalíes, unas veces se esconden
y otras se exhiben en mayor medida trece pequeños pueblos tan pintorescos como
Aizarotz, Arrarats, Beramendi, Beruete, Erbiti, Gartzaron, Igoa, Itsaso,
Ihaben, Jauntsarats (capital del valle), Ola, Orokieta y Udabe. Se encuentran
muy poco poblados, pues sus habitantes se vieron en la obligación de
abandonarlos hace muchos años, aunque ahora renacen tímidamente gracias al
turismo rural y a su adaptación como segunda vivienda de muchos pamploneses.
La mañana ha cundido y como hemos
terminado a buena hora la andanza no tenemos excusa para no ir a casa a comer.
La talega lo agradecerá.
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