Andanza XXXII: Bidaurreta,
Biurrun-Olcoz
Día: 23/11/2014
Hoy cumplimos años. Sí,
precisamente hoy se cumple un año del inicio de esta “misión imposible”. Han
pasado 32 capítulos y no sé cuantos pueblos visitados, más de 8000 kilómetros
dedicados en exclusiva a esta aventura y aún no hemos terminado con las
localidades que comienzan por la letra “B”. Paciencia, todo llegará, aunque nos
haga falta más que al santo Job.
Inexorablemente avanza el otoño,
su multicolorismo empieza a apagarse y las hojas caídas se han constituido ya
un inmenso manto que tiñe el suelo de amarillo y ocre. Precisamente la ruta de
hoy, por sus características, se ha visto jalonada de esas hojas empeñadas en
revolotear al paso de nuestras monturas, cual vivaces mariposas en animado
tropel.
En mente para esta jornada, un
objetivo humilde, únicamente dos ayuntamientos que suman tres localidades:
Bidaurreta y Biurrun-Olcoz.
Bidaurreta es un agradable pueblo
situado en la carretera que une Puente la Reina con Etxauri, el cual, desde el
pequeño altozano donde se ha encaramado, otea serenamente el reposado discurrir
del río Arga encajonado por este valle. Sus pocos habitantes disfrutan en la
comarca del Val de Etxauri de un entorno de privilegio, alejados del mundanal
ruido pero relativamente próximos a Pamplona, gozan de la tranquilidad impuesta
por sus accidentados paisajes.
Como no nos cansamos de rutear
por la bonita carretera NA-7110 que bordea el Arga, para dar continuidad a
nuestra misión volvemos sobre nuestros pasos alborotando otra vez túmulos de
hojas secas con dirección a Puente la Reina, para desde aquí, ya con un paisaje
de horizontes más extensos, enfilar hacia Biurrun-Olcoz, un único ayuntamiento
conformado por dos concejos.
El primero de ellos en aparecer
ante nosotros es Biurrun, un lugar situado a 18 kilómetros de Pamplona, en
territorio de Valdizarbe, a la izquierda de la carretera NA-601 que une Puente
la Reina y Campanas. Aquí también se respira tranquilidad y sosiego, tanto que
no se ve un alma por la calle, así que visita a la iglesia como lugar más emblemático
y rumbo hacia nuestro último objetivo de hoy.
Para acceder a Olcoz desde la
carretera NA-601 hay que transitar algún kilómetro por algo así como un camino
de herradura, pero al aproximarse al lugar pronto destaca en el horizonte la
silueta de su edificio más emblemático: la torre de Olcoz.
Se trata de una aparatosa torre
de linaje medieval que por su posición estratégica de centro de vigilancia en
conexión con castillos cercanos como el de Tiebas, formó parte de los sistemas
de defensa del Viejo Reino. Durante la Guerra de la Independencia las tropas
del general Espoz y Mina prendieron fuego al edificio cuando albergaba en su
interior tropas francesas, quedando en pie únicamente sus cuatro paredes. Una
reciente restauración inspirada en la cercana y similar Torre de Ayanz le ha
devuelto su esplendor. A día de hoy sus cuatro plantas acogen la sede
administrativa del Concejo de Olcoz y otros espacios lúdicos.
Terminamos. Todo cumpleaños merece su celebración y
éste no va a ser menos, así que, como tiempo nos ha sobrado, nos vamos a
Estella a dar gusto al Alma concupiscible o apetitiva que decía Platón, ésa que
está situada en el abdomen y nos inclina hacia pasiones innobles, en este caso
la gula, aunque sólo sea en plan aperitivo.
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