Andanza XXXIII: Buñuel
Día: 03/12/2014

El que dediquemos la andanza de
esta jornada atípica a un solo pueblo no es culpa nuestra, es culpa de las
distancias, culpa de esta Navarra tan extensa, pues el siguiente pueblo que
correspondería es Burgui, situado a más de 150 kilómetros de Buñuel, así que lo
dejamos para la próxima andanza. Nos conformamos con los 100 km. que nos
separan de Buñuel más el regreso.

La villa mantiene el tipismo de
los pueblos de la Ribera tudelana, de casas bajas, sencillas, sin grandes
alardes, que se reparten por un urbanismo de tendencia reticular. Situado
estratégicamente al abrigo de un meandro del Ebro, el pueblo sostiene un
contacto muy directo con este río, cuyo curso fluvial dota a la localidad de un
espléndido soto, parte del cual ha sido oficialmente reconocido con las
declaraciones de las Reservas Naturales del Quebrado, el Ramillo y la Mejana, y
el enclave natural de Moray. Una ubicación privilegiada por la que, por si
alguien se quejaba de sed, pasan tres canales de riego (Imperial, Lodosa y
Tauste).
El municipio también se encuentra
muy influenciado por las Bardenas y por su término municipal cruzaban las
cañadas que unían este terreno semidesértico con la zona de pastos del Moncayo,
vías por las que se desarrollaba la trashumancia del ganado, incluido el
vacuno.
Como curiosidad, resulta que
Buñuel fue incorporado a la provincia de Zaragoza con la reforma municipal de
1822, durante el Trienio Liberal, pero en 1823, al acabar el régimen
constitucional se reintegró a Navarra.

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