Andanza XIV: Aras - Arbizu
Día: 30/03/2014
Al mal tiempo buena cara dice el refrán, y es que no nos queda otra.
Después del parón de la semana pasada, forzado por ciertos eventos nupciales de
inexcusable asistencia, nos reencontramos de nuevo con nuestra fiel montura en
una jornada triste y gris. Qué lejos nos parecen aquellos pasados días en que
se nos antojaba un verano a la vuelta de la esquina. Pues quien vive de
ilusiones muere de desengaños, según dicta la primavera en estas tierras.
Nuestro amigo Apolo brilla por su ausencia, ha huido dejándonos en la estacada.
Hoy ha amanecido un día plomizo con cambio de hora incluido y como hemos de
recuperar el tiempo perdido, buen abrigo y carretera y manta rumbo a nuestro
primer objetivo: Aras.

Aras se ubica en la Navarra media occidental, al sur de las montañas de
Codés, en un terreno semiabrupto que se abre meridionalmente al valle del Ebro.
A la localidad se accede por una sinuosa y estrecha carretera que parte de
Viana, muy apta para motos ágiles como ésta que soporta nuestras correrías. Y
como ha venido a colación, respecto a la ciudad de Viana parecen tener los
habitantes de Aras un mal concepto, pues la consideran una especie de
municipio-sanguijuela con los que mantienen numerosos conflictos de intereses,
y todo en venganza porque en 1219, cuando el rey Sancho el Fuerte otorgó carta
fundacional a Viana como ciudad fronteriza y concentró a los habitantes de las
aldeas próximas en ésta, los vecinos de Aras y también de Bargota se negaron
rotundamente a abandonar sus lugares. Desde entonces viene la bronca. Eso sí
que es memoria histórica.
Bien,
dejamos ya Aras que el tiempo apremia. Nos espera Arbizu en la lejana Barranca.
Vuelta a Estella, para atravesar la sierra de Andía con estas humedades. Nos va
a entrar reuma con las nieblas de Lizarraga, pero compensan las vistas de toda
la Sakana que se aprecian desde el alto. Tras el descenso del puerto, despacito
por las dichosas humedades, una vez en el valle y al pie de San Donato, aparece
Arbizu. Arbizu es el característico pueblo-calle planificado con
casas pareadas que forman grandes bloques enfrentados. Es un lugar con una
cuidada arquitectura típica de la zona, que aún abusando de los tópicos en los
ornamentos, mantiene un atractivo singular. Arbizu sufrió una tremenda
devastación durante la Guerra de la Independencia. Tras la derrota francesa en
la Batalla de Vitoria (1813), en su repliegue hacía la frontera, las tropas del
general Jourdan arrasaron cuanto encontraron a su paso, incendiando gran parte
de las casas de Arbizu, dejando cicatrices que se mantuvieron mucho tiempo.
Finalmente hemos liquidado el día con sólo 180 kilómetros y nos ha sobrado
tiempo. Como no tenemos excusa, hoy no hay socarronería gastronómica. Hoy
formales, a comer a casa.
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