Andanza II: Aberin - Ablitas - Adiós
Día: 03/12/2013
Qué mejor que aprovechar el 3 de
diciembre, día del copatrón de Navarra, San Francisco Javier, para realizar la
segunda etapa de la operación Navarra de la A a la Z. Hoy vamos a
plantar nuestros reales en Aberin, Ablitas y Adiós.
Con un sol que engaña y esconde
sus verdaderas intenciones, ponemos proa hacia Aberin, aquí al lado, y en menos
de 10 minutos objetivo alcanzado. Aberin se ubica en el Valle de la Solana, a
las faldas de Montejurra, es pequeño en tamaño pero guarda tesoros
arquitectónicos y misterios, como los de su iglesia dedicada a San Juan
Bautista y vinculada a la Orden del Temple. Pero Aberin no es sólo Aberin, es
también Muniáin de la Solana, el Caserío de Echávarri y el Señorío de Arínzano
como entidades dependientes, así que no nos queda otra que hacer acto de
presencia en tales lugares, aunque el Señorío de Arínzano lo dejamos pasar pues
hace tiempo que perdió su carácter de entidad de población para convertirse en
bodega.
Muniáin, frente a Aberin, es el
concejo que alberga la mayor parte de la población y el más bullicioso. Su
caserío se encarama por la vertiente de Montejurra en un intento de ganar
terreno a la ladera. Pero las fuerzas vivas del lugar se concentran en la parte
baja, junto a la carretera, donde se encuentra la iglesia, el ayuntamiento y el
bar restaurante regentado por nuestro amigo Carmelo, quien tan espléndidamente
sacia la sed y aplaca el hambre. Nos queda el Caserío de Echávarri, hoy en día
ya despoblado. Su silueta abigarrada parece recordarnos que cualquier tiempo
pasado fue mejor. Y es que el abandono y el transcurso inexorable del tiempo,
poco a poco, lo van convirtiendo en una sombra de los que fue.
La mañana va templando aunque poquito
a poco. Nos separan casi 100 kilómetros de Ablitas, en la muga con Aragón, por
lo que raudos y veloces ponemos rumbo al Sur. Ablitas “buena y leal villa”, es
esencia de Ribera, es la otra Navarra, la de las grandes extensiones. Allí espera
la iglesia de Santa María Magdalena, construida en piedra y ladrillo, en
pintoresca amalgama. Nos topamos con la salida de un funeral y por respeto al difunto nos toca esperar para hacer las fotos testimonio de la visita.
De vuelta hacia la Navarra Media
y con Adiós en el punto de mira, encontramos que la N-121 está cortada después
de Castejón, en dirección hacia Pamplona, por tanto es forzoso el cambio de
itinerario. Retorno obligatorio por Rincón de Soto y Peralta, con algún
kilómetro de más.
Adiós es un pueblo sosegado, de Valdizarbe,
cobijado por la imponente mole del Perdón. Allí aguarda nuestra llegada un
colega motero para terminar con nosotros la jornada. Fotos y adiós Adiós; pues hemos decidido lamernos las heridas del
día, que hoy no han sido muchas, en el cercano Enériz, en el Mesón del Camino,
especialistas en brasas y no es que el garito sea precisamente un infierno.
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